Acelgas
Nada más injusto que la fama de la acelga de ser una verdura aburrida. Su contenido en vitaminas y minerales es excepción y, bien preparada, está deliciosa.
El nombre de acelga procede de la palabra árabe “acilca”, y botánicamente se la denomina Beta vulgaris. Se trata de una de las verduras más antiguas que se conocen, pues su consumo está documentado desde hace más de seis milenios.
Tiene su origen en el continente asiático, y se ha cultivado siempre en los países islámicos, atribuyéndosele propiedades higiénicas y curativas.
Existen tres variedades principales de acelgas: la común o acelga blanca, la forrajera y la silvestre.
La acelga es un alimento muy útil para lograr una dieta equilibrada ya que ofrece, además de vitaminas y minerales, pocas calorías, pocas grasas y mucha fibra.
Además actúa como una excelente planta medicinal que puede emplearse como remedio casero para el alivio de ciertas dolencias. Veamos detenidamente sus propiedades.
Propiedades de las acelgas
Los números demuestran que la acelga es un alimento supernutritivo: 200 g (una ración normal) aportan 38 calorías (sólo el 2% de lo que se precisa al día) y, sin embargo, cubren el 27% de las necesidades diarias de potasio, el 30% de calcio, la mitad del hierro, casi la mitad del magnesio, el 100% de la vitamina C, el 25% de la vitamina E, dos tercios de la A, e incluso un 7-8% de proteínas.
En comparación con la espinaca, mucho más apreciada, la acelga la supera en magnesio, provitamina A y ácido fólico, y la iguala en vitaminas B1 y B2
La conclusión que se desprende de estas cifras es realmente sorprendente, ya que la relación entre calorías y nutrientes viene a ser de 1 a 10, cuando en otros alimentos esta relación es inversa hasta llegar al 10 a 0 del azúcar.
Beneficios de las acelgas
Nuestros antepasados intuían los grandes beneficios de esa verdura invernal y la incluían en muchos guisos o la utilizaban para acompañar cereales y tubérculos.
Sin duda, hacían caso a las necesidades del organismo, regalándole sabor, muchos nutrientes y evitando calorías innecesarias.
Sólo hay que mencionar, en su contra, que contiene algo de ácido oxálico, por lo que si se es propenso a formar cálculos renales se debe consumir con moderación.
Sus hojas, verdes y brillantes, contienen pigmentos con virtudes antioxidantes, lo que unido a su riqueza en betacaroteno y vitamina C ayuda a prevenir el cáncer.
1. Refuerza los huesos
Debido principalmente a su riqueza en minerales se trata de un alimento reforzante. Es una fuente excelente de calcio, sobre todo para las personas que no consumen productos lácteos.
2. Ayuda a adelgazar
Es un alimento imprescindible en los regímenes bajos en calorías para perder peso. La acelga satisface el apetito con un escasísimo aporte calórico (unas 20 kcal/100 g).
De manera que hervidas, rehogadas o aliñadas con aceite y limón, constituyen un plato ligero que puede formar parte de la cena de quien desee adelgazar.
3. Evita el estreñimiento
Conviene a quienes padecen dificultades en el tránsito intestinal debido a su riqueza en fibra y a su poder emoliente y suavizante del tracto intestinal.
Estas mismas propiedades digestivas la hacen recomendable en casos de gastritis y hemorroides.
La decocción, a razón de 25 a 50 g por litro de agua, es útil contra el estreñimiento, las inflamaciones del aparato urinario, las hemorroides y las dermatosis.
4. Combate la anemia
Debido a su alto contenido en hierro, y también a la presencia de cobre, ayuda a tratar la anemia ferropénica.
Es interesante tener en cuenta que este hierro será mejor absorbido gracias a la vitamina C que ya posee la acelga en abundancia.
El nombre de acelga procede de la palabra árabe “acilca”, y botánicamente se la denomina Beta vulgaris. Se trata de una de las verduras más antiguas que se conocen, pues su consumo está documentado desde hace más de seis milenios.
Tiene su origen en el continente asiático, y se ha cultivado siempre en los países islámicos, atribuyéndosele propiedades higiénicas y curativas.
Existen tres variedades principales de acelgas: la común o acelga blanca, la forrajera y la silvestre.
La acelga es un alimento muy útil para lograr una dieta equilibrada ya que ofrece, además de vitaminas y minerales, pocas calorías, pocas grasas y mucha fibra.
Además actúa como una excelente planta medicinal que puede emplearse como remedio casero para el alivio de ciertas dolencias. Veamos detenidamente sus propiedades.
Propiedades de las acelgas
Los números demuestran que la acelga es un alimento supernutritivo: 200 g (una ración normal) aportan 38 calorías (sólo el 2% de lo que se precisa al día) y, sin embargo, cubren el 27% de las necesidades diarias de potasio, el 30% de calcio, la mitad del hierro, casi la mitad del magnesio, el 100% de la vitamina C, el 25% de la vitamina E, dos tercios de la A, e incluso un 7-8% de proteínas.
En comparación con la espinaca, mucho más apreciada, la acelga la supera en magnesio, provitamina A y ácido fólico, y la iguala en vitaminas B1 y B2
La conclusión que se desprende de estas cifras es realmente sorprendente, ya que la relación entre calorías y nutrientes viene a ser de 1 a 10, cuando en otros alimentos esta relación es inversa hasta llegar al 10 a 0 del azúcar.
Beneficios de las acelgas
Nuestros antepasados intuían los grandes beneficios de esa verdura invernal y la incluían en muchos guisos o la utilizaban para acompañar cereales y tubérculos.
Sin duda, hacían caso a las necesidades del organismo, regalándole sabor, muchos nutrientes y evitando calorías innecesarias.
Sólo hay que mencionar, en su contra, que contiene algo de ácido oxálico, por lo que si se es propenso a formar cálculos renales se debe consumir con moderación.
Sus hojas, verdes y brillantes, contienen pigmentos con virtudes antioxidantes, lo que unido a su riqueza en betacaroteno y vitamina C ayuda a prevenir el cáncer.
Éstas son algunas de sus principales indicaciones:
1. Refuerza los huesos
Debido principalmente a su riqueza en minerales se trata de un alimento reforzante. Es una fuente excelente de calcio, sobre todo para las personas que no consumen productos lácteos.
2. Ayuda a adelgazar
Es un alimento imprescindible en los regímenes bajos en calorías para perder peso. La acelga satisface el apetito con un escasísimo aporte calórico (unas 20 kcal/100 g).
De manera que hervidas, rehogadas o aliñadas con aceite y limón, constituyen un plato ligero que puede formar parte de la cena de quien desee adelgazar.
3. Evita el estreñimiento
Conviene a quienes padecen dificultades en el tránsito intestinal debido a su riqueza en fibra y a su poder emoliente y suavizante del tracto intestinal.
Estas mismas propiedades digestivas la hacen recomendable en casos de gastritis y hemorroides.
La decocción, a razón de 25 a 50 g por litro de agua, es útil contra el estreñimiento, las inflamaciones del aparato urinario, las hemorroides y las dermatosis.
4. Combate la anemia
Debido a su alto contenido en hierro, y también a la presencia de cobre, ayuda a tratar la anemia ferropénica.
Es interesante tener en cuenta que este hierro será mejor absorbido gracias a la vitamina C que ya posee la acelga en abundancia.
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